Con la ceremonia de clausura, y después de la entrega de premios en la que se hizo público el palmarés de esta edición número 69 del Festival de San Sebastián, lo primero que hay que hacer en toda publicación que se precie es llevar a cabo un listado repasando lo más destacable de la parrilla. En este caso, y dado lo amplio de la programación y de la cobertura, lo hemos separado en dos secciones diferenciadas: por un lado, las que consideramos, siempre bajo el juicio del crítico que escribe estas líneas, las mejores películas dentro de la Sección Oficial del certamen; y por el otro, las cinco más reseñables del resto de secciones.
Ha sido un año, como decíamos en la primera crónica de nuestra cobertura de prensa, muy complicado, tanto para el cine como para todo en general. Sirvan estas líneas a modo de reconocimiento de una programación de gran nivel que, a pesar de ser producciones la mayoría rodadas en medio de la pandemia —con excepciones, claro—, se las han ingeniado para mantener el listón muy alto y ser más que dignas de integrar las filas de un festival de clase A como es el Donostia Zinemaldia. Sin más dilación, la relación de nuestras películas favoritas enlazadas a sus correspondientes críticas:
Mejores cinco películas de otras secciones:
- Red Rocket (Sean Baker)
- Petite maman (Céline Sciamma)
- Fue la mano de Dios (Paolo Sorrentino)
- Titane (Julia Ducournau)
- Spencer (Pablo Larraín)