El suplente
La esperanza del vacío
• País: Argentina
• Año: 2022
• Dirección: Diego Lerman
• Guion: Luciana De Mello, Diego Lerman, María Meira
(Historia:
Diego Lerman, Juan Vera)
• Título original: El suplente
• Género: Drama
• Productora: Arcadia Motion Pictures, Bord Cadre Films, Campo Cine, Esperanto Kino, Pimienta Films, Vivo Film, Sovereign Films
• Fotografía: Wojciech Staron
• Edición: Alejandro Brodersohn
• Música: José Villalobos
• Reparto: Juan Minujín, Alfredo Castro, Bárbara Lennie, Rita Cortese, María Merlino
• Duración: 111 minutos
• Festival de San Sebastián: Sección oficial (2022)
• País: Argentina
• Año: 2022
• Dirección: Diego Lerman
• Guion: Luciana De Mello, Diego Lerman, María Meira
(Historia:
Diego Lerman, Juan Vera)
• Título original: El suplente
• Género: Drama
• Productora: Arcadia Motion Pictures, Bord Cadre Films, Campo Cine, Esperanto Kino, Pimienta Films, Vivo Film, Sovereign Films
• Fotografía: Wojciech Staron
• Edición: Alejandro Brodersohn
• Música: José Villalobos
• Reparto: Juan Minujín, Alfredo Castro, Bárbara Lennie, Rita Cortese, María Merlino
• Duración: 111 minutos
• Festival de San Sebastián: Sección oficial (2022)
La película de Diego Lerman posee una estrecha reminiscencia hacia «El profesor (Detachment)» de Kaye. Ahonda en las estrecheces de un sistema legal que fuerza a los más jóvenes a desligarse de los senderos de la educación para caer en el narcotráfico.
En cierta forma, a muchos nos conmovió aquella historia de una profesora interina —con una actuación incontestable de Michelle Pfeiffer— que se encontraba con una clase de alumnos conflictivos en Mentes peligrosas (John N. Smith, 1995). De la misma forma, en 2011, Tony Kaye nos sorprendió con una fabulosa obra sobre un docente sustituto que termina con los peores presagios de una escuela rodeada de delincuencia en El profesor (Detachment) (Tony Kaye, 2011). Por motivos obvios, el cine educativo se ha movido siempre en esta senda de aulas problemáticas y disruptivas, donde el o la docente representan una figura heróica y cuyo mensaje final, en forma de drama profundo, ha hecho que más de una lágrima se seque durante las proyecciones. Así es que tras su sinuosa senda de drama social, que ya ha abordado temas como la adopción —en Una especie de familia (Diego Lerman, 2017)— o los refugiados —en Refugiado (Diego Lerman, 2014)—, ahora parece que es a Diego Lerman a quien le toca saltar los muros educativos y adentrarse en las aulas. Con su largometraje El suplente Lerman nos relata la historia de Lucio, un profesor sustituto que comienza a trabajar en uno de los centros educativos más conflictivos de la ciudad. Intentando ahondar en las mentes de sus alumnos con la literatura, los conflictos sociales que van más allá de las puertas de la escuela le impedirán lograr su cometido al ser imposible luchar contra un mundo donde el narcotráfico y la delincuencia son las únicas salidas viables para la juventud.
Certera en su cometido y audaz en su técnica, esta obra le encuentra el sentido a aunar la quiescencia del suspense con la conciencia del drama social.
Juan Minujín interpreta a Lucio.
Certera en su cometido y audaz en su técnica, esta obra le encuentra el sentido a aunar la quiescencia del suspense con la conciencia del drama social. Lerman logra crear un filme que abraza reminiscencias y sensibilidades vistas en largometrajes como La ciudad de las fieras (Henry Rincón, 2021), que no solo se centra en lo tosco y lo mundano de la cruda realidad que se vive en Latinoamérica, sino que pone la lente sobre el encuadre para arrojar franqueza y ser fidedigna. Lo más especial es el trabajo realizado tras la cámara, donde el director argentino junto a Wojciech Staron organizan una serie de encuadres —que van desde primerísimos planos, a planos aéreos o a planos secuencia— que posicionan al espectador en sitios recónditos donde nunca esperaría estar. El nivel de intimismo, elevado a las estructuras que se interponen entre el que ve y el que vive, son esenciales en este drama/suspense tan especial por su ritmo y su delicadeza. Recuerdan mucho estos trabajos a otros títulos como The Last Black Man in San Francisco (Joe Talbot, 2019), donde las historias que se contaban en el Bronx pasan de tener la rudeza de Spike Lee a la sensibilidad de una generación que no se ofende al mostrar la debilidad y el afecto masculino. Sin filtros, rodada entre abrazos, lágrimas y muchísima disonancia por saber de dónde se viene y los «ojalás» de hasta donde se quiere llegar, El suplente crece a lo largo de 111 minutos para recordar que la realidad sigue siendo la misma, pero que nosotros podemos verla de distintas formas. Así como un profesor va todos los días a una clase de instituto sabiendo que la nada está al otro lado de la puerta, la esperanza siempre se tiene que sostener en la idea de un mundo mejor, en el propósito de que atravesar esa puerta sirva verdaderamente para algo.
