Mi hermano pequeño
El ciclo en tres actos
• País: Francia
• Año: 2022
• Dirección: Léonor Serraille
• Guion: Léonor Serraille
• Título original: Un petit frère
• Género: Drama
• Productora: Blue Monday Productions, France 3 Cinéma
• Fotografía: Hélène Louvart
• Edición: Clémence Carré
• Reparto: Annabelle Lengronne, Stéphane Bak, Ahmed Sylla, Kenzo Sambin
• Duración: 116 minutos
• Festival de Cannes:
Sección oficial
(2022)
• País: Francia
• Año: 2022
• Dirección: Léonor Serraille
• Guion: Léonor Serraille
• Título original: Un petit frère
• Género: Drama
• Productora: Blue Monday Productions, France 3 Cinéma
• Fotografía: Hélène Louvart
• Edición: Clémence Carré
• Reparto: Annabelle Lengronne, Stéphane Bak, Ahmed Sylla, Kenzo Sambin
• Duración: 116 minutos
• Festival de Cannes:
Sección oficial
(2022)
La francesa Léonor Serraille dirige una película que ofrece narrativas muy válidas sobre el racismo, el machismo o la xenofobia, aunque se desdibuja por mantener una centralidad muy poco incisiva y una crónica de vida carente de nervio.
El tiempo pasa, dicen. Y no siempre del mismo modo para todos. Rápido para los felices y lento para los desgraciados, creo que era. Léonor Serraille da buena cuenta de ello en su Un petit frère (2022), tanto para lo bueno como para lo malo. Pero antes de nada, y para hacernos un mapa, comentar sobre su premisa: Rose llega a Francia desde su Costa de Marfil natal en busca de una vida mejor para ella y sos dos hijos. Es una mujer fuerte y decidida, de gran personalidad, de las que tienen las cosas muy claras. Así, la obra irá desde finales de los ochenta hasta la actualidad, yendo a través de los años por esa mujer y sus dos chavales, a los que seguiremos desde que son apenas unos niños hasta su adultez. Ahora, entrando en harina. El filme de la cineasta francesa tiene luces y sombras. Por un lado, porque es la suya una película que se sigue con cierta amabilidad, que comenta sobre el racismo, el machismo y la escasez de oportunidades y que nunca llega a anquilosarse del todo, pese a que llegue a amenazar con hacerlo en varios momentos. Por el otro, porque precisamente por abarcar tanto —sobre unos treinta años—, da la oportunidad de que uno la vea como una herramienta social sin peso relativo, que solo busca alcanzar un destino partiendo desde una base artificial. Es una película que se siente demasiado alargada, demasiado desprovista de una narrativa propia, y demasiado plana en su desarrollo. No toca nada de un modo particularmente original, y pese a sus buenas intenciones, queda relegada a un nivel mucho menos relevante de lo que le gustaría. Y de lo que podría haber sido.
Una película a la que quizá le quedan grandes sus pretensiones narrativas, a la que esa historia de vida en tres actos le falta carisma y un destello de gracia.
Annabelle Lengronne protagoniza Un petit frère.
Porque a pesar de todo lo que pueda parecer, Un petit frère no ofrece una defensa memorable de ninguno de sus temas. Comenta sobre la mujer racializada en busca de una vida negada, pero se diluye en su temporalidad y en la digresión de personajes y tonos. También lo hace sobre el hecho de crecer en un ambiente cambiante en el que las figuras paternas —y tóxicas— vienen y van, pero pierde decisión al no abanderar un discurso destacado y desvanecerse en la equidistancia. El aspecto fílmico pasa también en general sin pena ni gloria: compone con sentido estético, pero no hay ninguna imagen que resuene con fuerza y quede en la memoria; los intérpretes están todos correctos, sin excepción, pero sin destacar —quizá la mención se la llevaría Annabelle Lengronne en el papel de la madre—; y no tiene ese «toque» que podría convertir lo desapercibido en inolvidable. Es una película, la de Léonor Serraille, a la que quizá le quedan grandes sus pretensiones narrativas, a la que esa historia de vida en tres actos —ella, el hijo mayor, el hijo menor— le falta carisma y algo fuerte que poner en el ancla para que enganche fondo, ya sea un destello de gracia, un apunte político relevante alejado de la centralidad, o un guion que la llevara por un camino menos dado a la convencionalidad y los lugares comunes.
