Cuatro recomendaciones para ver en familia
Propuestas para todos los públicos

No hay nada mejor que una buena ración de cine para traer «un poco de azúcar» a nuestros hogares. Así, con este listado, ofrecemos las sugerencias del equipo de redacción para sumergirnos en estos días mágicos en compañía de toda la familia.

En estas fechas lo que más apetece en muchos hogares es sentarse frente al televisor junto a los seres queridos, coger la manta de preferencia, una bien grande, y darle al botón de play con la firme intención de viajar a otros mundos y dejarse llevar por la épica, la belleza o la aventura. En este caso, desde el equipo de redacción de Cintilatio traemos cuatro recomendaciones que estamos seguro que harán las delicias de pequeños y mayores por igual en estos días tan marcados por la ilusión y la magia. Vamos a ello:

Tokyo Godfathers (Satoshi Kon, Shôgo Furuya, 2003)

«Es Navidad y la nieve cubre la ciudad de Tokio con su blanco manto. En algún lugar de Shinjuku encontramos a tres vagabundos: Gin, Hana y Miyuki». Así reza la sinopsis de uno de esos clásicos atemporales, de una de las cuatro grandes obras magnas que nos dejó el maestro Satoshi Kon —en esta ocasión, junto a Shôgo Furuya— en forma de largometraje antes de fallecer prematuramente. Una película que, huyendo de la acostumbrada nebulosidad de su obra, reflexiona sobre la culpa, el perdón o la familia, y que se antoja una elección perfecta para pasar una gélida noche disfrutando de una joya del anime. Porque como decía nuestro compañero Diego García Miño en su crítica, «la más fría nevada de navidad puede tornarse cálida si se está rodeado de aquellos a quienes se ama».

«El malogrado Satoshi Kon realiza, en su tercer trabajo, una oda al amor, a la reconciliación y a la familia. Una poética reflexión acerca de la situación que nos ha tocado vivir que dista bastante de la oscura temática habitual de sus películas».

Mulán (Niki Caro, 2020)

Nunca es tarde para volver a los clásicos, y revisitarlos. La cineasta neozelandesa Niki Caro resucitaba la vieja leyenda china de Hua Mulan ya adaptada por Disney en el año 1998 en una película que, pese a sus puntos débiles, se puede convertir en esa gran aliada de los días nevados. La historia de «la intrépida joven que lo arriesga todo por amor a su familia y a su país hasta convertirse en una de las mayores guerreras de la historia de China» cuenta con buenas dosis de acción, una heroína potente, una interpretación de Liu Yifei carismática y unas coreografías magníficas, y puede poner una indudable nota épica y aventurera al día más oscuro e invernal.

«La nueva Mulán se acerca al género wuxia, que es uno de los aspectos donde más podría distinguirse de la animación. Incluso tiene rasgos suficientes como para deleitar como si se tratase de un cuento viviente al estilo de una xianxia».

Mary Poppins (Robert Stevenson, 1964)

El clásico entre los clásicos. La nanny que todo joven crecido en algún momento entre mediados de los sesenta y la actualidad ha tenido como referente. Probablemente, la película familiar por antonomasia, la que convirtió a Julie Andrews y a Dick Van Dyke en la niñera y el deshollinador más famosos de la historia, la que nunca puede faltar en ningunas Navidades que sean dignas de su nombre. Para no faltar a las costumbres, proponemos viajar junto a Mary Poppins a través de cuadros vivientes, canciones irresistibles, coreografías insuperables, azúcar, cometas, bolsos de profundidad improbable, chimeneas y banqueros capaces de alzar el vuelo.

«Con un poco de azúcar y gracias “al compás” familiar este musical protagonizado Julie Andrews y Dick Van Dyke sigue alegrando generaciones. Recordamos los datos y curiosidades que la han convertido en todo un clásico».

Mi vecino Totoro (Hayao Miyazaki, 1988)

Que Hayao Miyazaki es una de las voces más potentes dentro de la animación japonesa es algo que, a estas alturas de la partida, nadie se atrevería a poner en duda. Y esta sería una de sus grandes joyas, una vital a la hora de hablar de lo que es hoy Studio Ghibli y que ya en 1988 lanzaba un fuerte mensaje de amor y de respeto por la naturaleza: Mi vecino Totoro es una magnífica propuesta para disfrutar en familia, que disfrutarán tanto los niños como los adultos en un recordatorio constante de que el gran cine no entiende ni de formatos ni de géneros, solo de historias y del modo de narrarlas.

«Sentando las bases de su cine y elevando el nombre de Studio Ghibli, Hayao Miyazaki, con su habitual sensibilidad, presenta un cuento intimista sobre la infancia y el respeto a la naturaleza a la vez que crea uno de los mayores iconos del mundo del anime».

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