Emilio J. Ruiz, director de Broken Poet
«La cultura no solo es entretenimiento, es sobre todo pensamiento»
El encierro por pandemia le pilló en Asturias a Emilio J. Ruiz Barrachina, donde rodó el Imprescindibles dedicado a Víctor Manuel. Todavía colea la polémica sobre El discípulo, su filme sobre la vida de un tal Jesucristo. Broken Poet debería haberse estrenado con todo la parafernalia en Nueva York, en el festival de cine, con la asistencia de Elliott Murphy, Bruce Springsteen y Patti Scialfa, pero quedaron confinados. Podrá verse a través de las plataformas Apple TV y iTunes a partir del 14 de julio a nivel internacional. El indie, la cultura en momentos de crisis, la política, la música, y los restos de los ochenta surgen en la conversación. La tesis: las crisis son buenas para la creación.
¿Cómo surge el proyecto Broken Poet?
Elliott Murphy había publicado un libro de relatos titulado Historias de París. En uno de los relatos, The lion sleep tonight, como la mítica canción, narraba parte de su historia y se convertiría en la base del guion de Broken Poet. En cuanto leí el relato, hace tres años, le llamé y le propuse rodar la película. Me dijo que sí y comenzamos a buscar productor. Lo encontramos, así como la coproducción de la revista Rolling Stone. Escribí el guion junto con Elliott y en 2018 se rodó la película entre París y Nueva York.
¿Cómo ha sido la colaboración y el trabajo con Elliot Murphy? ¿Por qué su relato?
El trabajo ha sido bueno, con complicidad y entendimiento. De alguna manera a todos se nos ha pasado alguna vez por la cabeza desaparecer de la vida pública y que nos dejen en paz. Su relato era la historia fascinante de un músico que en los setenta decide simular un suicidio en París y dejar la fama y la vida de estrella del rock. De alguna manera era su propia historia. Elliott Murphy es una gran persona, entusiasta y profunda. Ha sido un gran aprendizaje trabajar con él y ahora mantenemos una buena amistad.
¿Qué papel juega la música en la película?
La música juega un papel fundamental porque se convierte en parte de la narración. Las letras de Elliott Murphy son maravillosas y van contando historias que se van incorporando a lo que se cuenta en la película, de tal manera que se hacen parte del cuerpo de la historia.
¿Por qué el mito del cantante que se suicida en Paris?
Elliott usaba en su relato la simulación del suicidio arrojándose al Sena como metáfora de lo que él mismo hizo en la realidad: abandonar la fama y los grandes escenarios americanos donde ya estaba triunfando para irse a vivir a París y hacer una música menos comercial, más profunda, para un público más selecto. O lo que es lo mismo, reaparecer tocando en el metro de la capital francesa.
¿Cómo fue el rodaje con Bruce Springsteen y cómo surgió la idea de contar con el «Boss»? ¿Cómo ha sido la participación de Patti Scialfa?
Bruce y Patti son muy amigos de Elliott. Los tres grandes rockeros de los 70 que triunfaron y alcanzaron gran cota de éxito fueron Bruce Springsteen, Billy Joel y Elliott Murphy. Elliott, decidió tomar otro camino que el de los grandes estadios. Hoy en día los tres siguen siendo grandes amigos. En cuanto Elliott llamó a Bruce y le propuso participar en la película, lo hizo de buen grado. Rodamos en su casa de New Jersey. Fue una experiencia magnífica porque incluso permitía a la gente del equipo estar presentes en el estudio de rodaje, que está en lo que eran las caballerizas de su casa, para escuchar cómo estaba grabando el último disco que publicó. Bruce y Patti son gente muy amable, sencilla y cercana. Recuerdo ver al director de fotografía, Juanma Postigo, llorar de emoción mientras rodábamos con ellos.
¿Qué le parece que se le haya colocado la etiqueta indie a esta película?
Me parece bien. Hoy en día el que sea indie o comercial no obedece al contenido sino al presupuesto. Y en ese sentido es independiente porque la película tiene un presupuesto pequeño pero suficiente. En estos tiempos se confunde la calidad con la cantidad, así que me parece bien que la tilden de indie. Yo no distingo entre películas comerciales, culturales, independientes o lo que sea, para mí solo hay películas que me gustan y otras que no me gustan, y con esto, matizo, no quiero decir buenas o malas, porque eso no tiene nada que ver con el gusto.
¿Qué pretende destacar esta película del mundo musical, qué ha querido contar en última instancia?
La película tiene un pie en el documental y otro en la ficción. Pero es una película, no un documental. Es un género novedoso y buscado. Cuando sale Bruce Springsteen hablando tan serio sobre unos acontecimientos que no se sabe si fueron verdad o no, parece que estamos viendo un documental; pero todo es ficción, una gran ficción basada en hechos reales. La música ha sido la vida de Elliott y si estamos contando su historia hay que hacerlo a través de su música, porque en sus canciones están su esencia y su pensamiento.
En el rodaje de Broken Poet. Fotografía: François Vila.
¿Cómo le ha afectado la crisis de la COVID-19 a esta película?
Terriblemente. La película iba a ser la gala de apertura del New York City International Film Festival el 25 de marzo, con una gran alfombra roja y la asistencia de grandes estrellas de la música y el espectáculo. Elliott Murphy iba incluso a dar un pequeño concierto en directo. Además contábamos con el apoyo de la revista Rolling Stone y otros medios musicales americanos. Al final se estrena en Apple TV y iTunes el 14 de julio a nivel internacional.
¿Cómo cree que va a cambiar el mundo del cine ante la crisis del coronavirus?
De momento afectará a los rodajes y a las salas. Será algo temporal. De todas maneras el confinamiento ha hecho que mucha gente descubra las plataformas digitales. Se ha visto mucho cine y en ocasiones películas que no son las habituales de las salas comerciales. Así que a la larga espero que no le afecte. Saldrán muchas películas sobre la crisis del coronavirus, de todo tipo, porque será un acontecimiento para los libros de historia.
El filme se estrenará en Apple TV, ¿qué le parecen este tipo de plataformas?
Me parecen bien. Están a buen precio, puedes encontrar un cine diferente e interesante y de una manera rápida y cómoda. Es la mejor manera además de terminar con el pirateo. Es perfectamente compatible con las salas, aunque yo lo veo como algo complementario. Nada como asistir a una sala de cine y disfrutar de una buena película. Ir a una sala es un acto social.
¿Cómo se puede ayudar a la cultura en estos tiempos de crisis y cómo puede contribuir la cultura a la crisis?
La cultura ha ayudado y está ayudando enormemente a pasar la crisis. La cultura no solo es entretenimiento, es, sobre todo, pensamiento. La parte del entretenimiento es la que apoyan y le gusta a políticos y financieros. No la del pensamiento, porque se vuelve crítica y exigente y les complica la vida. Yo siempre he dicho que los años 70 y 80 fueron especiales porque coincidió un buen número de artistas de todo género, dotados de una gran capacidad de creación e innovación, con un público hambriento de cultura y bastante más preparado y receptivo que el actual. La política y el facilismo se encargaron de acabar con ese estado de creación y recepción. Pero en esa confluencia surgió aquella cultura ochentera que todavía nos influye tanto, aunque le pese a algún crítico de cine trasnochado.
¿Qué documental sería necesario rodar en estos tiempos?
Posiblemente uno sobre lo que decía antes: cómo para el sistema actual la cultura es algo innecesario y además costoso, según palabras en boca de un ministro de no hace demasiado tiempo. Pero bueno, los documentales están en alza y hay temas fantásticos según el género.
¿Saldremos mejores de esta crisis o se impondrá el sálvese quien pueda?
Saldremos con nuevos miedos, desafortunadamente, porque es lo que van a aprovechar los sistemas políticos para ejercer mayor control. Pero saldremos a la vez más fuertes y más convencidos de que es más temible un virus que un banco. También pienso que nos hemos dado cuenta de las miserias del sistema económico y la improvisación y poca preparación de la clase política, y no hablo solamente de España. Y también hemos conocido más a nuestros vecinos, a la gente que vive a nuestro alrededor. Y hemos descubierto la necesidad de tener cerca a los amigos y a la familia. Y nos hemos dado cuenta de que hay mucho tarado y mucha falta de educación y hasta de que podemos vivir sin fútbol. Hay cosas más importantes y que merecen la pena.