La innegable verdad
Los pecados de nuestros hermanos

País: Estados Unidos
Año: 2020
Dirección: Derek Cianfrance
Guion: Gina Prince-Bythewood (Novela: Wally Lamb)
Título original: I Know This Much Is True
Género: Serie de TV, Drama
Productora: HBO
Fotografía: Jody Lee Lipes
Reparto: Mark Ruffalo, Kathryn Hahn, Melissa Leo, Juliette Lewis, Rosie O'Donnell, Archie Panjabi, Imogen Poots, Tom Stratford, Jonathan Tabler, Sal Ardisi, Federico Dordei, Gabe Fazio, Jason Furlani

País: Estados Unidos
Año: 2020
Dirección: Derek Cianfrance
Guion: Gina Prince-Bythewood (Novela: Wally Lamb)
Título original: I Know This Much Is True
Género: Serie de TV, Drama
Productora: HBO
Fotografía: Jody Lee Lipes
Reparto: Mark Ruffalo, Kathryn Hahn, Melissa Leo, Juliette Lewis, Rosie O'Donnell, Archie Panjabi, Imogen Poots, Tom Stratford, Jonathan Tabler, Sal Ardisi, Federico Dordei, Gabe Fazio, Jason Furlani

Mark Ruffalo protagoniza por partida doble la nueva miniserie de HBO sobre una familia desolada por la adversidad a través de generaciones.

«¿Cómo es posible que a una familia le ocurran tantas desgracias?». Parece que es el propio Mark Ruffalo, en un extraño momento de autoconciencia en los compases finales de la serie, el que señala la pregunta punzante que persigue al espectador de La innegable verdad (Derek Cianfrance, 2020) desde el comienzo. Realmente parece inverosímil que a una sola familia le ocurra una cantidad tan excesiva de miserias. Con esta premisa, es entendible la sospecha que la nueva miniserie de HBO protagonizada por Ruffalo (por partida doble) no es más que una retahíla de dramones y desgracias calibrado para lograr la lágrima lo más barata posible, pero nos equivocaríamos. La cualidad que redime finalmente una historia tan gratuitamente oscura y retorcida será la admirable capacidad de la propia serie de despertar nuestra compasión y nuestra esperanza ante un conjunto tan grotescamente exagerado de penurias.

La innegable verdad centra sus lentes en la vida de Dominick Birdsey, un solitario trabajador de Connecticut, acosado por la enfermedad terminal de su madre, el pasado abusivo de su familia, el descalabro reciente de su matrimonio y, de forma preeminente, la accidentada vida de su hermano gemelo esquizofrénico, Thomas. Después de que Thomas se seccione la mano en una biblioteca pública para completar un sacrificio apocalíptico, Dominick tiene que batallar sin descanso para rescatar a su hermano del duro sistema psiquiátrico. De una forma un tanto patológica por su parte, Dominick no puede evitar vivir esta lucha como un combate existencial: recuperar el bienestar de su hermano gemelo, con cuyos fracasos y problemas se identifica constantemente, es la única buena obra que siente que puede completar.

Aunque el papel de Thomas tiene menos peso que el de Dominick, la interpretación de Ruffalo del gemelo esquizofrénico es sin lugar a dudas una de las cotas más altas de su carrera.

Pero el drama familiar que marca la vida de Dominick se extiende por varios niveles de profundidad, que la edición y el guion de la serie ayudan a tejer con maestría. Por un lado estará la accidentada infancia de los hermanos, y el descenso de Thomas en la locura durante sus primeros años en la Universidad, donde los jóvenes gemelos son interpretados por Philip Ettinger, sin duda la mejor sorpresa de la serie. Dominick además deberá batallar con el legado de su familia al encomendarse la tarea de traducir y leer las memorias de su abuelo, inmigrante italiano de principios de siglo. El drama de las memorias consistirá primero en las diversas dificultades de Dominick para leerlo; cuando finalmente comienza a excavar en la truculenta historia de su abuelo, llegaremos a desear que nunca lo hubiera hecho.

La encomiable tarea de la serie es encontrar y mostrarnos precisamente que la posibilidad de la redención y la superación estaba ahí todo el rato, y que si deseábamos que la serie de catastróficas desdichas se interrumpiese, nos equivocábamos: la bondad y la esperanza estaban enfrente de nosotros.

Lo curioso es que la lectura y exposición de las memorias sirven como una magistral analogía del visionado de la miniserie en sí. Atormentado por el malvado carácter de su abuelo y por los diferentes crímenes y agravios que repartió entre los que le rodeaban, Dominick acaba notablemente confuso por qué enseñanza puede sacar de todo aquello si no es que una ominosa maldición pesa sobre su familia. Algo similar le ocurrirá al testigo de las continuadas desgracias que se van superponiendo en la vida de Dominick, confundido por qué significa todo este desastre y si en algún momento ocurrirá algo meramente positivo o esperanzador. Nuestro dilema será similar al del protagonista: es nuestra opción registrar y aceptar el desolador panorama al que nos enfrentamos y elegir creer en que un mundo mejor es posible, que todavía existen personas buenas y que hay una mínima esperanza de ser feliz a pesar de todo.

Melissa Leo interpreta a la madre de los hermanos. Philip Ettinger hace un excelente trabajo análogo al de Ruffalo al encarnar a los gemelos durante su juventud.

La encomiable tarea de la serie, de la mano de la excelente visión creativa de Cianfrance y la inigualable interpretación doble de Ruffalo, es encontrar y mostrarnos precisamente que la posibilidad de la redención y la superación estaba ahí todo el rato, y que si deseábamos que la serie de catastróficas desdichas se interrumpiese, nos equivocábamos: la bondad y la esperanza estaban enfrente de nosotros, y habíamos sido ciegos ante ellas. Lo menos relevante acaba siendo la resolución de los enigmas del pasado de los gemelos, el desenlace más o menos trágico de la atribulada situación de Thomas o la dirección que puede tomar la propia vida de Dominick. La salida era entender que, lo poco que sepamos que era cierto, era suficiente.

El mero hecho de levantar una trama que suena a telenovela barata y hacer que una sucesión tan inverosímil de desgracias funcione narrativamente es ya suficiente razón para darle una oportunidad a la miniserie. Sus logros en la edición y la dirección de la historia, junto con una serie de sobresalientes interpretaciones que se hace imposible enumerar, ayudan a envolver el nuevo drama de HBO en una atmósfera de seriedad y meticuloso cuidado por la calidad de la obra, características tristemente ausentes por lo general en la alocada industria actual de las series. Hay mucha pena dentro de La innegable verdad, pero la serie la merece.

:: before


:: before

¿Quieres recibir quincenalmente nuestro nuevo contenido?