Pornomelancolía
La lujuria burlesca

País: Argentina
Año: 2022
Dirección: Manuel Abramovich
Guion: Manuel Abramovich, Fernando Krapp, Pio Longo
Título original: Pornomelancolía
Género: Documental
Productora: Desvia Productions, Dublin Films, Gema Films, Mart Films
Fotografía: Manuel Abramovich
Edición: Juan Soto, Ana Remon
Reparto: Lalo Santos
Duración: 98 minutos
Festival de San Sebastián: Sección oficial (2022)

País: Argentina
Año: 2022
Dirección: Manuel Abramovich
Guion: Manuel Abramovich, Fernando Krapp, Pio Longo
Título original: Pornomelancolía
Género: Documental
Productora: Desvia Productions, Dublin Films, Gema Films, Mart Films
Fotografía: Manuel Abramovich
Edición: Juan Soto, Ana Remon
Reparto: Lalo Santos
Duración: 98 minutos
Festival de San Sebastián: Sección oficial (2022)

Englobada en el sexo por el sexo y acrítica con el oscuro mundo de la pornografía, Manuel Abramovich dirige una obra indigesta por su excesivo carácter morboso que no se para a reflexionar en la tristeza de su protagonista principal, dejándolo como útil.

No soy yo muy partidario de los documentos audiovisuales que profundizan en las advenencias que proceden del mundo sexo. Casi siempre han decepcionado tanto en su tono porque, desde la crítica que parecen hacer, terminan por fastidiarlo todo con un retorcimiento dirigido hacia el trauma. En el caso de Lars von Trier, y la irrespetuosa forma que tuvo de dirigir a Charlotte Gainsbourg en el díptico lascivo Nymphomaniac (Lars von Trier, 2013), vemos el asunto más claro de un Dogma resquebrajado, que no parece buscar ya únicamente la realidad, sino que ahora intenta dirigirse solo a pornografiarla. De esta misma manera insolente, parece que Manuel Abramovich se ha aprovechado del pobre Lalo Santos. Pornomelaconía documenta la historia de un trabajador de fábrica que un día deja su trabajo para convertirse en actor de porno gay. Del día a la mañana esta elección, con el fin sentirse un poco menos solo, modifica el paradigma de su vida en muchos aspectos aunque no en todos los que les gustaría a él. Con esta leve sinopsis, podemos intuir que la obra de Abramovich no es que no se ruede más allá de una cama, sino que parece ser —y se confirma— que el grabar por grabar relaciones sexuales es su pasión, sin más sentido que el hecho por el hecho. A la par que Lars von Trier, no tiene mucho sentido ensañarse en escenas que no tienen un porqué, que parecen solo buscar la controversia sin querer contar nada más.

Hace de la sexualidad y el erotismo una granja de superproducción. Es la decepción de la lujuria desprovista de sentido crítico y común.

Lalo Santos protagoniza Pornomelancolía.

Quizá de esta obra esperaba algo más similar al tono desde el que parte Pleasure (Ninja Thyberg, 2021), cinta que en el año 2021 cautivó a más de un espectador por su forma de confrontar el mundo de la pornografía desde dentro. Pero aquí más que proceder a hacer un análisis exhaustivo del por qué todo lo que se ve es insano para las personas, se pasa a exponer a estas mismas en un terreno bastante incómodo para sacar de ellas hasta la última gota. Y ya ha sido confirmado en algunas declaraciones por el propio Lalo Santos, protagonista de esta obra, que se sintió completamente utilizado y fuera de lugar durante el rodaje. Así que las cosas caen por su propio peso y, aunque sí es cierto que en sintonía la película no es fea de ver porque está bien dirigida técnicamente, si es cierto que la técnica del cine no lo es todo y —como en Sparta (Ulrich Seidl, 2022)— veo que la moralidad y la ética deberían estar por encima del séptimo arte. Entiendo todo lo que significa para el protagonista la dura vida que conlleva estar metido en este mundo, pero más que intentar criticarlo y sacarlo de él, parece que Manuel Abramovich lo introduce mucho más para, simplemente, presentar una película en el Festival de San Sebastián. Haciendo de la sexualidad y el erotismo una granja de superproducción donde no importa quién esté en medio, porque solo importa el fin. Pornomelancolía es la decepción de la lujuria desprovista de sentido crítico y común, que parece estar de acuerdo con una industria, la del porno, que actúa igual en consonancia. Nada importa más que el dinero, y qué pena.

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SERIES

SAN SEBASTIÁN 2022

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