Revista Cintilatio
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La maternal (2022) | Crítica

Buenos presagios
La maternal, de Pilar Palomero
Pilar Palomero regresa a la pantalla con un largometraje que pone como punto de partida la maternidad durante la adolescencia. Acompañada de la increíble interpretación de su protagonista Carla Quílez, la obra posee un potencial descomunal y conmovedor.
San Sebastián | Por Álvaro Campoy x | 21 septiembre, 2022 | Tiempo de lectura: 4 minutos

Recuerdo cuando acudí al estreno nacional de Las niñas (Pilar Palomero, 2020) en el Festival de Málaga, que venía de dar los mejores presagios en la crítica internacional. Evoco aquella sensación de magnetismo que me produjo estar en una sala a las 9 de la mañana, en completo silencio y con la fotografía de Daniela Cajías deleitando a todo ser viviente que coexistía con la historia de Celia (Andrea Fandós) en la sala. Pero es cierto que con el tiempo —viéndola en casa—, la ópera prima de Pilar Palomero se me añejó mal y el regusto que tuve con el paso de los meses no fue el mismo. Creo que lo que le faltaba a la directora aragonesa en su primera película era el poder de intuir una narrativa más sólida que conjuntara con el encomiable trabajo en su dirección de foto —siempre fue una cosa que me quedó pendiente de ella—. De esta manera, cuando he asistido hoy al pase de prensa de La maternal, el nerviosismo se me antojaba confuso. A las 8:30 el timbre sonaba dando el último aviso a los pasajeros —la función iba a empezar—, se apagaron las luces y el halo de luz atravesó la sala. De la sinopsis no quiero desvelar mucho más que decir que narra la historia de Carla, una niña de 14 años que acude a un centro social llamado «La Maternal» al enterarse de que está embarazada de cinco meses. Compartiendo una relación conflictiva con su madre, esta nueva faceta en su vida lejos de su pueblo le hará abrir los ojos ante el nuevo mundo que le depara: el de la maternidad.

Enternecedora y representativa. Pilar Palomero vuelve a encerrarnos en una sala oscura y liga el magnetismo visual en una narrativa compleja y congruente.

Pilar Palomero vuelve con La maternal.

Volviendo a mi «retroexperiencia» dentro de aquel año 2020, donde Pilar Palomero me encandiló, este 2022 encontramos una película en el polo completamente opuesto, aunque más eficaz que su anterior largometraje. Si en Las niñas se apreciaban motas de muchos autores como son Víctor Erice, Carla Simón y Carlos Saura; dentro de La maternal recibimos a una Pilar Palomero completamente diferente, más actual —se le ve mucho más cómoda dirigiendo y qué bien—. Retazos de Sean Baker y su The Florida Project (2017) se perciben en este viejo restaurante de carretera en el que viven Carla y su madre. Tanto la fotografía —a cargo de un excepcional trabajo de Julián Elizalde— como la luz recuerdan a aquella historia en la que Brooklynn Prince tenía que afrontar su vida infantil con una madre ausente. Aunque la película posee una segunda parte que tiene más de Las vidas de Grace (Short Term 12) (Destin Cretton, 2013) con su sentido de comunidad. Una obra que si bien abarca un tema tan solitario como es el de la maternidad infantil con tan solo 14 años, también aborda paraderos de completa actualidad —que ya se intuían en Las niñas— en los que localizamos temas como la sororidad o el feminismo. Ambos ligados al nivel coral aunado bajo unos techos y unas paredes llenos de llantos y biberones. Una revisión, quizá, de como la maternidad pasa de generación a generación con las mismas pautas y las mismas inquietudes, pero con el fin de demostrar que en lo más profundo de nuestro ser, lo que necesitamos todos es a nuestra madre. Pura biología afectiva, quizá, es el estudio que realiza La maternal, un coming of age que convive en el mismo universo que Las niñas pero que es una película completamente distinta. Enternecedora y necesariamente representativa, Pilar Palomero volvió a encerrarnos en una sala oscura, dejó atrás la infancia de su protagonista e hizo lo difícil, esta vez sí, que es ligar el magnetismo visual en una narrativa compleja y congruente —que posee verdad y representatividad social— . Se avecinan buenos presagios para La maternal.